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La estructura interna del hexágono

La estructura interna del hexágono

Este número está dedicado al estudio de la geometría interna del hexágono y su relación con el Rombo. En él, se hablará de los Rombos virtuales o paralelos que se pueden crear a partir del Rombo primordial y de la relación que existe entre ellos y su creador.

LA GEOMETRIA DEL HEXÁGONO E IDEACIÓN DIVINA

Como sabemos desde hace mucho tiempo el Rombo se puede construir a partir del hexágono. Él le sostiene, le protege, le da sus medidas, sus diagonales, sus dimensiones, sus Focos y sus puntos de Ideación Divina. Hay varias maneras de dibujar el Rombo desde el hexágono regular y todas son válidas. La más sencilla, aparentemente, es a partir de un hexágono regular en el que los puntos de I.D. (Ideación Divina) se encuentran en el punto medio del lado superior e inferior del Rombo. Otra manera un poco más compleja de encontrarlo es realizando la fusión de dos hexágonos contiguos.

La construcción más sencilla y la que la parte de la vésica piscis

La construcción más sencilla y la que la parte de la vésica piscis.

Si partimos de esta segunda figura y hacemos una duplicación vertical veremos cómo aparecen dos Rombos contiguos en disposición vertical que contactan entre ellos en el punto común de I.D.

El contacto de los dos Rombos

El contacto de los dos Rombos

Y a partir de este dibujo, podemos pasar al siguiente en el que veremos una línea vertical de tres hexágonos interpenetrados con sus respectivos Rombos. Al hacer esto, que no es nada más que una repetición vertical del dibujo original, obtenemos unas relaciones que desde el punto de vista de la interpretación de la geometría sagrada son muy interesantes.

Los tres Rombos interpenetrados

Los tres Rombos interpenetrados

Si observamos por ejemplo el Rombo central de color verde veremos que en su punto Hara (la 4ª de la 4ª dimensión) coinciden dos puntos de I.D. es decir el vértice obtuso inferior del Rombo rojo y el vértice obtuso superior del Rombo violeta. En su fusión, en el punto de unión de dos Rombos consecutivos se encuentra el punto central de la 4ª dimensión.

Hace tiempo que sabemos que el punto de Ideación Divina está en contacto íntimo con la 4ª dimensión puesto que emana del vértice obtuso superior, pero con este nuevo dibujo podemos ver con más claridad el tipo de relación íntima que subyace en cada vértice obtuso, pues esta zona está en contacto con el centro de equilibrio vertical y horizontal del Rombo, el punto Hara, aquel que es el centro Creador y una zona vital en la evolución. Como sabemos, I.D. es al mismo tiempo una zona creadora y regularizadora pues ella está en la parte donde la creación alcanza su máximo esplendor y equilibrio y desde donde se es capaz de reequilibrar cualquier situación inarmónica.

En el siguiente dibujo podremos observar a los dos hexágonos interpenetrados ya conocidos y debajo de los cuales, a modo de juego geométrico, se ha añadido un tercer hexágono. Este hexágono inferior tiene marcado en su centro la letra B y se puede observar cómo desde este punto central se dibuja también perfectamente una margarita.   Este punto B está unido con el punto A formando la línea AB de color verde, la cual representa la diagonal menor del Rombo que está enmarcado por las dos margaritas superiores y cuyos Focos son los puntos F y A’.

Aparece un nuevo Rombo con la diagonal menor A’-B’

Aparece un nuevo Rombo con la diagonal menor A’-B’

Al aparecer este tercer hexágono el escenario geométrico cambia totalmente y podemos observar como desde el hexágono superior izquierdo se puede dibujar una línea A’B’ de color azul que une dos vértices de este hexágono y que forma la diagonal menor de un nuevo Rombo que está girado a la izquierda y que tiene por Focos a los puntos F y B. Y en este mismo dibujo podemos observar además una segunda característica importante ya que se ve como el punto A’ correspondiente a una I.D. contacta con el Foco derecho del Rombo generado por los dos hexágonos interpenetrados. Es decir que I.D. forma parte también del Foco de otro Rombo. Entonces, podemos deducir que I.D. aparte de estar relacionada con el Centro, también lo está con los Focos y esto es un dato muy relevante para cada uno de estos integrantes. Además, el hecho de que esté en contacto con un vértice del hexágono nos puede sugerir que I.D. aparte de la relación conocida con la parte media de los lados del hexágono está relacionada también con los vértices del hexágono.

Las relaciones energéticas y estructurales de I.D

Las relaciones energéticas y estructurales de I.D

Si observamos un poco más la geometría interna del hexágono, veremos además de estas relaciones ya mencionadas otras características muy sorprendentes que darán aún más movilidad y capacidad creadora a la Sagrada Forma del Rombo. Desplacémonos al interior del hexágono y veamos que sucede cuando estudiamos su estructura interna.

LAS LÍNEAS INTERIORES DEL HEXÁGONO

Esta línea azul A’-B’ es muy interesante porque ella forma parte de toda la familia de líneas que aparecen al unir los vértices no contiguos del hexágono matriz del Rombo. Esta línea A’-B que ahora ha aparecido como de la nada y que ha abierto la posibilidad de dibujar un nuevo Rombo, es de hecho una antigua línea ya conocida. Vamos a refrescar este dato para situarnos mejor dentro del contexto de lo que se está comentando. Hemos de recordar la construcción del Rombo y el origen de estas líneas que unen los vértices no contiguos del hexágono. Recordaremos que cualquier vértice del hexágono está relacionado con los otros vértices, los más próximos, los que están en relación directa con él, y también con los que no se hallan en contacto directo. En este caso, las líneas rojas unen entre sí a todos los vértices del hexágono por más alejados que se hallen.

Las líneas que unen los vértices no contiguos del hexágono

Las líneas que unen los vértices no contiguos del hexágono

El tamaño no casual de estas líneas podríamos decir que es “una declaración de intenciones”. Y es cierto, porque como sabemos los valores de estas líneas interiores están muy relacionados con el tamaño de la dimensión menor y mayor del Rombo. Es un dato conocido y si bien es cierto que siempre ha estado allí, ahora con el tema que vamos a presentar tomará más notoriedad e importancia.

El valor de las dimensiones mayores y menores

El valor de las dimensiones mayores y menores

Aunque sabemos que la diagonal menor del Rombo oscila fisiológicamente entre 18cm. y 19.9999 cm.  el Rombo que aparece por construcción geométrica a partir del hexágono regular, tiene una diagonal menor 19.05 cm. y una diagonal mayor de 22 cm.  

Cuando dibujamos las líneas internas del hexágono podemos observar 6 líneas que miden lo mismo que la diagonal menor y otras 3 que tienen la misma medida que la diagonal mayor. Por tanto, se hace fácil pensar que estas líneas rojas y verdes que corresponden a valores de diagonales pueden están relacionadas de alguna manera con otros Rombos que se encuentren allí agazapados, medio ocultos en la trama geométrica que existe en el hexágono. Es por esto por lo que ahora nos vamos a dedicar a observar qué es lo que parecen esconder y decir estas líneas de 19.05 cm y 22 cm.

Vayamos por partes y observemos primero a las líneas rojas que unen los vértices no contiguos del hexágono madre. Para hacer más comprensible el estudio separaremos a estas líneas rojas en dos familias: las líneas inclinadas y las verticales. Empezaremos a observar primero a las inclinadas y nos centraremos en una característica sorprendente que tienen todas ellas.

Las líneas inclinadas de 19.05 cm. unen vértices no contiguos del hexágono

Las líneas inclinadas de 19.05 cm. unen vértices no contiguos del hexágono

Su valor es de 19.05 cm y cada una de ellas podrá ser previsiblemente la diagonal menor de un Rombo que puede estar virtualmente allí, no visible aún, pero que quizás pronto aparecerá delante de nuestros ojos. Para ello hemos de centrar nuestra atención en cada una de estas líneas rojas y veremos que por encima y por debajo de ellas aparecerán dos triángulos que al unirse formarán un Rombo.

En este primer dibujo observamos como aparecen 4 Rombos que están enmarcados por números. Sólo hace falta seguir con un poco de atención la numeración y veremos cómo van haciéndose visibles los 4 Rombos que tienen como zona de anclaje una diagonal menor de color rojo que actúa como una línea de simetría entre ambos triángulos.

Los 4 Rombos que aparecen entre las líneas rojas inclinadas

Los 4 Rombos que aparecen entre las líneas rojas inclinadas

Y ahora podemos ampliar el dibujo con el estudio de las dos líneas que nos quedan por desarrollar. Así que, vamos a analizar a las dos líneas verticales para poder observar los otros Rombos que faltan por aparecer.

Las 2 líneas que nos quedan por estudiar

Las 2 líneas que nos quedan por estudiar

En el siguiente dibujo podremos observar cómo aparecen 2 Rombos más que están vinculados a las líneas rojas verticales.

Los 2 Rombos que se crean a partir de las dos líneas rojas verticales

Los 2 Rombos que se crean a partir de las dos líneas rojas verticales

Con lo que si unimos todos los Rombos obtenidos a partir de la diagonal menor de 19.05 nos resulta una figura geométrica bastante compleja compuesta por 6 Rombos. Para verla y entenderla mejor, vamos a representarla con Rombos de colores con su respectiva numeración.

Los 6 Rombos que aparecen con las 6 líneas rojas que unen los vértices

Los 6 Rombos que aparecen con las 6 líneas rojas que unen los vértices

El resultado del estudio de las 6 líneas de 19.05 cm. que unen los vértices no contiguos del Rombo ha sido la creación de 6 Rombos que tienen una parte de su estructura anclada en el interior del Rombo de color negro y la otra parte en su corona exterior.

Ahora para acabar el desarrollo de las líneas internas del hexágono nos tenemos que centrar en las líneas verdes de 22 cm. que corresponden a las diagonales mayores de otros Rombos. En este caso tenemos tres líneas de 22 cm. La primera y la más conocida es la que corresponde a la diagonal mayor tradicional, que origina un Rombo rojo en contacto íntimo con el Rombo negro. Y las otras 2 diagonales mayores originan sendos Rombos, de color naranja y violeta, desplazados a izquierda y derecha.

Los 3 Rombos vinculados a las diagonales mayores de 22 cm

Los 3 Rombos vinculados a las diagonales mayores de 22 cm.

Y al final de todo esto, si sumamos los dos dibujos, nos aparece uno de carácter más general donde están dibujados los 6+3=9 Rombos que están virtualmente presentes en las líneas interiores del hexágono matriz. Entonces tenemos 9 Rombos x 4 vértices cada uno con lo que se generan un total de 36 puntos.

Son 9 Rombos x 4 vértices un total de 36 puntos

Son 9 Rombos x 4 vértices un total de 36 puntos

En el dibujo de la izquierda podemos ver como los Focos (F1-F2-F3-F4-F5-F6) son puntos que aparecen en la intersección de las líneas interiores rojas del hexágono y también forman parte de los ángulos agudos de los Rombos virtuales del interior (9-14-18-2-8-24).

Así que los Focos además de permitir construir desde su centro las 7 dimensiones del Rombo y estar formados por la intersección de las líneas interiores del hexágono, están vinculados con los ángulos agudos de los Rombos virtuales creados a partir de las diagonales menores.

Más relaciones geométricas de los Focos

Más relaciones geométricas de los Focos

En el siguiente dibujo podremos ver con claridad como el Foco F3 está relacionado con un ángulo agudo del Rombo verde. Y si miramos con atención, veremos como cada Foco está vinculado con un ángulo agudo de un Rombo virtual.

Detalle de la imagen: F3 se convierte en ángulo agudo del Rombo verde

Detalle de la imagen: F3 se convierte en ángulo agudo del Rombo verde

Además, estos 6 Focos serían también los vértices de esta pequeña estrella interior de 6 puntas desde la cual se podría empezar a construir de nuevo un hexágono y un Rombo.

Desde 9-14-18-2-8-24 se construye el hexágono y todo empieza de nuevo

Desde 9-14-18-2-8-24 se construye el hexágono y todo empieza de nuevo

Estos Rombos virtuales de nueva creación son Rombos que están sin estar, que existen sin existir, pero que tienen su anclaje físico en las líneas interiores que representan las dimensiones mayores y menores. A partir de estas líneas de creación se originan unos Rombos virtuales que están conectados con el hexágono matriz. Son, por así decirlo, Rombos que están escondidos, presentes de una forma virtual y que se hacen visibles sólo cuando los miramos con atención y con deseo de encontrarlos.

Estos Rombos aparecen en zonas interiores y exteriores del Rombo, es decir en otros lugares de manifestación, en otros parajes, en lugares ocultos que recuerdan un poco a las dimensiones paralelas. Estos Rombos virtuales se desarrollan a partir de un punto de contacto con el hexágono matriz, pero en sí mismos no forman parte del Rombo primigenio que manejamos habitualmente. Son estructuras auténticas, con vida propia, con una orientación espacial diferente, única y que además están relacionadas e interconectadas entre sí.

Para que el Rombo se manifieste han de existir estas nuevas estructuras y para que ellas se puedan observar, el Rombo ha de estar manifestado y consolidado. Ellas derivan y crecen gracias a la misma geometría que creará el Rombo, pero no son el Rombo primigenio tal como le conocemos. Son su reflejo, su creación y su manifestación en otras zonas del espacio, más allá de las dimensiones que conocemos, pero están conectadas con el Rombo principal por lo que pueden interaccionar con él si la geometría y las leyes lo permiten.

Dentro del Rombo que conocemos existe lo que está manifestado, lo que es visible y también lo que no se ve, lo que deriva o está conectado con él.  Todas estas potencialidades de estructuras romboidales están vivas dentro del Rombo original y son una parte vital de su construcción.  No son estructuras extrañas. Son el mismo Rombo o su reflejo y nacen de él e interactúan con él.

El Rombo necesita de estas réplicas para su construcción y ellas precisan de él para su vida. Este proceso de réplica y auto creación de Rombos es infinito y se da al mismo tiempo hacia lo pequeño y lo grande, lo que hace que el número de Rombos virtuales creados a partir del primordial sea infinito.  

Cuando una persona quiere saber si está en contacto con la figura original o con una réplica tiene dificultades en hacerlo, pues cada unidad - para sí misma- es la original y para ella, las demás unidades no son sino réplicas virtuales o creaciones secundarias de la supuesta realidad. Cada una de estas réplicas cree subjetivamente estar instaurada en la realidad del universo y que lo único que parece ser cierto es lo que se vive y se manifiesta allí.

En nuestro caso, nuestro universo con todas sus dimensiones es lo único que vemos o intuimos, pero entrelazado con él y cohabitando con su misma estructura geométrica se encuentran otros Rombos que son parte de una realidad virtual, de otra situación energética y que evolucionan siguiendo las leyes de la dimensión desde donde se proyectaron, pero vividas en la dimensión donde se encuentran.

Todas estas distintas manifestaciones de vida (reales y virtuales) están unidas y mezcladas pues unas dependen de las otras y su interacción, su dependencia y su amalgama es inseparable.

Los Rombos paralelos

Los Rombos paralelos

Este dibujo representa la fusión del Rombo y la primera generación de los Rombos creados a partir de las líneas de las diagonales menores y mayores del hexágono.

Las diagonales son las líneas que permiten encuadrar al Rombo, pero al mismo tiempo son ejes. La diagonal menor es el eje Arriba-Abajo, Cielo-Tierra, Espíritu-Materia y la diagonal mayor representa la dualidad Yin-Yang, Izquierda-Derecha, Luz-Oscuridad. Ambas diagonales han de estar en equilibrio y, además pueden y deben oscilar. La armonía del Rombo depende de ello de tal modo que, si el tamaño de las diagonales sobrepasa ciertos límites de oscilación, todo el Rombo puede verse alterado. Es por eso por lo que para que se creen estos Rombos paralelos con formas armónicas es necesario que los valores de las dimensiones sean los que están dentro del rango oscilatorio que permiten la armonía, la geometría y las matemáticas.  Si la creación se da a partir de valores no fisiológicos de las dimensiones, el contenido de estas réplicas no será ni bello ni armónico sino caótico.

El proceso de creación de Rombos paralelos a partir de las diagonales del hexágono es infinito y dirigido al mismo tiempo hacia adentro y hacia afuera, con lo que los diferentes mundos universos o Rombos que pueden aparecer también son infinitos. Todos son reales a la vez, aunque sólo uno se percibe como auténtico, el que desde el punto de vista del observador de ese mundo parece ser el real y el único.

Pero el mundo concreto, rígido, palpable, firme y seguro en el que una entidad puede estar viviendo, puede ser a su vez una creación, una réplica de un Rombo mayor con lo que la apreciación supuestamente objetiva de la vida, puede ser realmente una manifestación replicada de una realidad mayor.

Como hemos visto en la figura, abarcando a todos estos Rombos y en su exterior, vuelve a aparecer el hexágono matriz que generará un nuevo Rombo primigenio dentro del cual estará contenida toda esta superestructura. Es un proceso de creación que se repite constantemente y que está en continuo movimiento e interdependencia. Este, evidentemente es uno de los aspectos creadores del Rombo. La Sagrada Forma del Rombo es dinámica y va creando constantemente réplicas paralelas en todas las direcciones y sentidos que le permite la geometría.  Es un trabajo continuo, permanente y que nace del dinamismo intrínseco de su naturaleza creadora.

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